Cuando un ser querido experimenta deterioro cognitivo o demencia, la seguridad en el hogar se convierte en una prioridad. Desde la neuropsicología, podemos identificar cómo ciertos déficits cognitivos aumentan el riesgo de accidentes y adaptar el hogar para prevenirlos. En este artículo, exploraremos los riesgos más comunes y compartiremos estrategias prácticas para hacer del hogar un entorno seguro y accesible.
¿Por qué es necesaria la adaptación del hogar?
El deterioro cognitivo y la demencia afectan funciones como la memoria, la atención, el juicio y la percepción. Estas dificultades aumentan el riesgo de accidentes en el hogar, ya que la persona puede olvidar apagar el fuego, no notar peligros como un charco en el suelo o desorientarse y salir sin supervisión. La adaptación del hogar no solo reduce estos riesgos, sino que también promueve la independencia y mejora la calidad de vida de las personas afectadas y sus cuidadores.
Principales riesgos de accidentes en el hogar
- Caídas: los problemas de percepción y coordinación aumentan el riesgo de tropezones y resbalones, especialmente en escaleras, pasillos con alfombras y superficies resbaladizas.
- Quemaduras y accidentes en la cocina: las personas con deterioro cognitivo pueden olvidar apagar la estufa o tener dificultades para manejar utensilios calientes.
- Intoxicaciones y errores en la medicación: la confusión puede llevar a usar productos incorrectos o a cometer errores en la administración de medicamentos.
- Escapes y desorientación: en algunos casos, la desorientación puede llevar a la persona a salir del hogar y no recordar cómo regresar.
Adaptaciones prácticas para la prevención de accidentes
A continuación, ofrecemos algunas recomendaciones para minimizar estos riesgos en el hogar.
- Prevención de caídas
Las caídas son uno de los accidentes más comunes en personas con deterioro cognitivo. Aquí te damos algunos consejos para reducir este riesgo:
- Elimina alfombras sueltas y coloca tapetes antideslizantes. Las alfombras pueden provocar tropiezos; los tapetes antideslizantes en áreas clave, como el baño, pueden ser una solución.
- Instala barandillas en las escaleras y pasamanos en el baño. Estos soportes brindan estabilidad adicional.
- Asegura una buena iluminación. Instalar luces nocturnas en pasillos y habitaciones puede ayudar a la persona a orientarse durante la noche.
- Mantén el mobiliario organizado y evita obstáculos en las áreas de paso. Muebles pequeños y cables sueltos pueden ser un peligro.
- Seguridad en la cocina
La cocina es una de las áreas de mayor riesgo en el hogar. Estas son algunas adaptaciones recomendadas:
- Instala dispositivos de apagado automático en la estufa. Así, si la persona olvida apagar, el fuego se apagará de forma automática.
- Guarda los utensilios afilados o peligrosos fuera de la vista o en lugares seguros. Puedes usar cerraduras o guardar los utensilios en lugares altos.
- Usa electrodomésticos seguros, como microondas en lugar de fogones. El microondas es más fácil de manejar y reduce el riesgo de quemaduras.
- Organiza los productos con etiquetas claras. Usa etiquetas grandes para diferenciar productos de limpieza de los alimentos y evitar confusiones.
- Prevención de intoxicaciones y manejo seguro de medicamentos
Para evitar intoxicaciones y errores en la medicación, te recomendamos:
- Guarda productos tóxicos en áreas inaccesibles o con cerraduras de seguridad. Esto evitará que la persona tenga acceso accidental a productos peligrosos.
- Organiza la medicación en pastilleros semanales. Los pastilleros con compartimentos diarios facilitan el control de las dosis y pueden complementarse con alarmas para recordar las tomas.
- Etiqueta claramente los productos de uso diario y medicamentos. Esto facilita que tanto la persona como el cuidador identifiquen correctamente cada producto.
- Prevención de escapes y desorientación
Para personas con deterioro cognitivo avanzado, la desorientación puede ser un riesgo. Aquí te damos algunos consejos para prevenir escapes:
- Instala cerraduras de seguridad en las puertas de salida. Esto evitará que la persona salga del hogar sin supervisión.
- Usa sensores de movimiento o alarmas en las puertas. Esto puede alertarte si alguien intenta salir.
- Coloca señalización en el hogar para ayudar en la orientación. Flechas o etiquetas en áreas clave, como el baño y la cocina, pueden ayudar a reducir la confusión.
- Considera dispositivos de localización GPS. En casos de alta desorientación, estos dispositivos pueden ayudar a localizar a la persona en caso de que se extravíe.
- Estrategias neuropsicológicas para mejorar la seguridad en el hogar
Además de las adaptaciones físicas, existen estrategias neuropsicológicas que pueden ayudar:
- Simplifica el entorno: minimiza los objetos innecesarios y reduce las distracciones visuales.
- Coloca recordatorios visuales: usa carteles en áreas clave, como «apagar la luz» o «cerrar el grifo».
- Crea zonas seguras: establece áreas en el hogar donde la persona pueda moverse libremente sin peligro.
- Adapta el entorno a sus rutinas y hábitos: coloca objetos en lugares donde la persona esté acostumbrada a encontrarlos para facilitar su orientación.
Conclusión
Adaptar el hogar para una persona con deterioro cognitivo o demencia no solo es una medida de seguridad, sino también una forma de mejorar su autonomía y calidad de vida. Cada ajuste debe adaptarse a las necesidades específicas de la persona y a las características del hogar. Desde suelos antideslizantes hasta dispositivos de localización GPS, cada medida puede marcar una gran diferencia en la vida cotidiana.
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